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Libertad condicional: Tipos y cómo solicitar el tercer grado

Pena de prisión y Régimen de libertad condicional

Al obtener una sentencia con una condena de prisión, una de las primeras cosas que se piensan es cuánto tiempo hay que pasar realmente en prisión antes de poder solicitar un régimen de libertad condicional o tercer grado. Desde el despacho de abogados de Granada Emeybe Abogados, vamos a intentar dar solución a todas las dudas existentes acerca de ese régimen de libertad condicional.

Qué es el tercer grado penitenciario o régimen de semilibertad

El tercer grado penitenciario es el último de los grados existentes dentro de una condena de prisión. Así, para saber qué es un tercer grado penitenciario o régimen de libertad condicional, tenemos que saber primero qué otros grados existen y qué función tienen.

Los grados tienen el objetivo de individualizar el tratamiento que se hace al reo, analizando la situación personal del preso desde un aspecto psicológico, social y jurídico. Para ello, los centros penitenciarios cuentan con psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales y juristas que determinarán en cada caso el grado en el que deba estar dicho condenado.

Por lo tanto, podemos decir que los grados y su determinación no están vinculados con el delito que se ha cometido y por el que se está en prisión, sino con el comportamiento y desarrollo del reo dentro del centro penitenciario y su programa de tratamiento efectivo.

El primer grado es el llamado régimen cerrado, que se aplica a internos conflictivos e inadaptados y donde el contacto con el exterior es el mínimo. Normalmente es el régimen que se determina en el inicio de la condena por desconocer como va a evolucionar el reo, pero también puede ocurrir que un penado que ya ha accedido a otro grado vuelva a este primer grado por una involución en su conducta.

El segundo grado penitenciario, o también conocido como régimen ordinario, se aplica cuando el reo se ha adaptado a una convivencia normal dentro de prisión, pero aún no tiene capacidad para acceder a un grado de semilibertad.

En este segundo grado el contacto con el exterior se flexibiliza y las visitas de familiares y amigos se hacen comunes. Además, dentro de prisión el penado podrá acceder a ventajas derivadas de este régimen ordinario como acceder a unos estudios o, incluso, un trabajo dentro de la prisión.

Por último, está el régimen de semilibertad o tercer grado, que será aplicable solo a presos que hayan demostrado psicológica y socialmente estar capacitados para llevar una vida en semilibertad. Este último grado intenta reinsertar al interno en la sociedad de manera progresiva, pudiéndose acordar otras medidas de seguridad como es la libertad vigilada. Dentro de este tercer grado y una vez haya sido concedido, el preso podrá acceder a la libertad condicional tan deseada.

Cómo acceder a la libertad condicional si estoy en prisión

En primer lugar, el régimen penitenciario variará según las circunstancias de cada interno, por lo que no hay una regla exacta que determine cómo y cuando acceder a este régimen de libertad condicional, dependiendo de la actitud del reo.

El cambio de régimen penitenciario debe realizarse ante el Juez de Vigilancia Penitenciaria, que será quien acuerde si el grado mantenido por el interno es adecuado o, su comportamiento y actitud le hacen merecedor de acceder al tercer grado. No obstante, el tercer grado podrá solicitarse en el momento en el que el interno haya cumplido un cuarto de su condena.

Sin embargo, para acceder a la libertad condicional se exige, además de tener concedido el tercer grado penitenciario, tener cumplidas dos terceras partes o tres cuartas partes de la condena.

Requisitos para acceder a la libertad condicional

El artículo 90 del Código Penal establece una serie de requisitos que debe cumplir necesariamente el interno para poder acceder a este régimen de libertad condicional. En primer lugar, y como ya hemos comentado, el interno debe estar clasificado en el tercer grado.

Para poder acceder al tercer grado penitenciario, el encarcelado debe de haber tenido un comportamiento y actitud correctas dentro de prisión, siendo evaluado por un psicólogo, un trabajador social, un educador social y un jurista, que emitirán un informe para el Juez de Vigilancia Penitenciaria, que es quien decidirá sobre el acceso al tercer grado.

Además, se deben tener extinguidas tres cuartas partes de la pena que se impuso en sentencia. Por último, el reo debe haber tenido una conducta dentro del centro penitenciario intachable, lo que hará que sea beneficiario de ese régimen de libertad condicional.

Estos son los tres requisitos recogidos en el artículo 90 del Código Penal, pero no hay que olvidar, además de esto, que para que el interno pueda acceder a una libertad condicional, se debe haber abonado la responsabilidad civil derivada del delito. Por ello, en el caso de estar en uno de estos supuestos, es necesario acudir a un abogado experto en derecho penal para poder tener un asesoramiento completo y especializado.

Qué tiempo dura la libertad condicional

Cuando se accede al régimen de libertad condicional, lo que se está haciendo es acceder a una suspensión de la ejecución del resto de la pena, que podrá ser de dos a cinco años y nunca podrá ser inferior al resto de condena que quede por cumplir. El inicio de esta libertad condicional comenzará el día en el que el interno salga en libertad.

La libertad condicional privilegiada

Dentro de los requisitos exigidos para acceder a la libertad condicional está el de haber cumplido tres cuartas partes de la condena. Sin embargo, existe la posibilidad de acceder a esta libertad condicional cuando solo se hayan cumplido dos terceras partes de esa pena. A esta libertad condicional se le apellida como privilegiada.

En este caso, la libertad condicional privilegiada está sujeta a una propuesta de Instituciones Penitenciarias, junto con un informe del Ministerio Fiscal, donde se manifieste que la conducta del interno le permite acceder a este régimen anticipadamente.

Para ello, el interno debe haber accedido a un trabajo dentro del centro, haber participado en actividades sociales, culturales y ocupacionales, todo ello de manera continuada. Además, debe acreditar la participación en programas de reparación a las víctimas o, si es un reo por delito derivado de intoxicaciones, haber participado en programas de desintoxicación.

Por último, de manera excepcional, el Juez de Vigilancia Penitenciaria podrá conceder el régimen de libertad condicional a presos que solo hayan cumplido la mitad de la condena cuando, además de todos los requisitos anteriores, el interno haya sido condenado por un primer delito y se haya satisfecho la responsabilidad civil derivada del delito.

¿Todos los presos pueden acceder al régimen de libertad condicional?

No, la libertad condicional no se concederá a los presos que hayan sido condenados por la comisión de delitos contra la libertad e indemnidad sexuales.

La revocación de la libertad condicional

Igual que puede concederse, la libertad condicional puede revocarse en cualquier momento si las circunstancias del condenado hubieran cambiado y el Juez de Vigilancia Penitenciaria entendiese que la peligrosidad ha aumentado. Esto ocurre cuando el reo cometa un nuevo delito o no cumpla las condiciones establecidas por el Juez de Vigilancia Penitenciaria.

Hay que tener en cuenta que, como ya hemos dicho, el régimen de libertad condicional es una suspensión de la pena, por lo que la revocación de esta situación hará que el condenado tenga que cumplir la pena que le quedaba cuando accedió a la libertad condicional.

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